Vida privada de Alejandro Magno
Naturalmente la historia de Alejandro es vana en controversias, el mito de Alejandro no esta exento de intriga se considera que el apego emocional más grande que tuvo Alejandro fue por su compañero, comandante de caballería y posible amante, Hefestión. Probablemente fueron amigos desde la niñez, dado que Hefestión también recibió educación en la corte del padre de Alejandro, lo cual nos lleva a entender su apego, recordemos que en la antigüa Grecia la pederastia era un medio didáctico utilizado por la mayoría de los maestros con fin de instruir en el arte del sexo, si nos remontamos a la cultura lacedemonia, recordaremos al confinamiento al cual eran sometidos los soldados, donde compartían camas desnudos con fin de entendederas más como militares. Además hay que recordar que la belleza es una pertenencia del hombre, no de la mujer, todo apunta a un antropocentrismo que fulmina en la cultura que invadió a Alejandro quien fue admirado por tratar con gentileza a todos sus amantes. El historiador Plutarco argumentaba que el amor de Alejandro hacia los hombres tenía un contexto ético, inspirado por las enseñanzas de su mentor, Aristóteles.
Dio varios ejemplos de la personalidad de Alejandro con respecto a esto: «Filóxeno, que era su lugarteniente, le escribió una vez que cierto mercader tarentino, llamado Teodoro, tenía dos muchachos jóvenes para vender [como esclavos], de gran belleza, y le preguntaba si deseaba que se los comprase. Alejandro se indignó tanto ante la proposición que exclamó varias veces delante de sus amigos: “¿Qué depravación ha creído Filóxeno descubrir en mí para hacerme semejante propuesta?”, e inmediatamente le respondió, con muchas injurias, que mandase al mercader tarentino al diablo, y su mercancía con él. Del mismo modo arremetió con severidad contra un joven llamado Hagnón, que le había escrito que quería comprar un muchacho llamado Cróbulo, famoso en la ciudad de Corinto por su belleza.»
ALEJANDRO Y HEFESTIÓN
Bibliografía:
- Plutarco, Vida de Alejandro XXI.
- Diodoro Sículo XVII.77.5
- Robin Lane Fox, The Search for Alexander, pág. 67
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